El lagarto y la manguera


 
 Erase una vez un lagarto que era muy aventurero.

Un día, estaba tomando el sol y de repente zasss, un chorro de agua lo mojó todo.
Vió que la que le había mojado fuera una manguera, se acercó y le dijo:
-Oye ¿por qué me mojaste?
La manguera no dijo nada, entonces el lagarto dijo:
-Voy a hacer que hables.
Se metió en la manguera y empezó a andar hacia dentro. De pronto, una propulsión de agua lo llevó hacia fuera de la manguera a toda velocidad, salió de aquel tubo como si fuera el hombre bala del circo, y acabó parando en una piedra.
Desde esa, se cuida de no acercarse a ninguna manguera, porque mojan y no contestan cuando les hablas.