TAREFA:
Escribide unha historia breve pero completa, empregando o maior número de adverbios e locucións verbais.
Procedemento:
1º Na aula, redactaremos o texto a modo de boceto.
2º Analiza logo, cada un dos adverbios empregados.
3º Coa base do texto redactado na aula, crear un documento en Drive do microlelato.
4º Entrega en folio e en Edmodo.
Escribide unha historia breve pero completa, empregando o maior número de adverbios e locucións verbais.
Procedemento:
1º Na aula, redactaremos o texto a modo de boceto.
2º Analiza logo, cada un dos adverbios empregados.
3º Coa base do texto redactado na aula, crear un documento en Drive do microlelato.
4º Entrega en folio e en Edmodo.
Piojos en el cole
De vez en cuando, en el cole dan varias notas. Hoy las dieron. Las guarde tan rápido que no las leí. Pero al llegar a casa al darselas a mi madre lei ``Piojos en el cole´´ Mi cuerpo respondió antes de que mi cabeza pudiera pensar, me empecé a rascar como si fuera una loca y me dí 3 duchas en un día.
Mi madre, preocupada me pregunto que me pasaba.( Es cierto que su aire maternal siempre me tranquiliza). Yo respondí que creía que tenía piojos, y ella se echó a reír. Yo muy enfadada le pregunté de qué se reía, ella muy contenta me respondió `` Sin lugar a dudas eres una exagerada, lo que viste era el título de la nueva obra del colegio´´
Como por arte de magia me dejo de picar la cabeza y me tranquilize. CLAUDIA
¡RIIIING! Sonou o timbre da escola moitas veces, o que significaba que era a hora de marchar. De pronto, vimos a Manuel pegado ao pau da bandeira que se situaba no outro lado da entrada. Todos nos acercamos coidadosamente para ver que pasaba. Cando chegamos, Manuel preguntounos se recordábamos o imán súper potente que nos ensinara na clase; todos afirmamos, xa que algo así non se esquece facilmente.
Un día, la bota sintió una textura áspera, pero a la vez suave. Cuando miro hacia arriba… resulta que era un humano, al fin se la había puesto, y así la bota pudo moverse ágilmente.LAURA
Partido de 1/8 de Final
Hoxe, estou no aeroporto de Peinador para ver o partido de oitavos da Copa de Campións, entre o Atlético de Madrid e el Bayern Leverkusen. Vereino co meu primo dende alí, o palco.
Verdadeiramente nos custou máis a entrada ca o billete. Bastante antes do partido, fomos a un parque acuático.
Estamos xa dentro, pasáronos rápido porque fora había una pelexa entre os ultras dos equipos. Nin por asomo me metería nela. ¡Había moitos aficionados do Atlético!
Que pena, ao final perdeu o Atlético por 1-0. DIEGOUn imán súper potente
¡RIIIING! Sonou o timbre da escola moitas veces, o que significaba que era a hora de marchar. De pronto, vimos a Manuel pegado ao pau da bandeira que se situaba no outro lado da entrada. Todos nos acercamos coidadosamente para ver que pasaba. Cando chegamos, Manuel preguntounos se recordábamos o imán súper potente que nos ensinara na clase; todos afirmamos, xa que algo así non se esquece facilmente.En resumen; a razón da que estivera pegado é que ao saír da clase puxera o imán no peto do pantalón, e este, inesperadamente, arrastrouno hasta alí.
En verdade, a todos nos fixo moita gracia, inda que lle axudamos inmediatamente.
Manuel xurou que en ningún caso volvería a levar un imán no peto. SARA
La bota con flor
En la cima del monte había una casa, donde existía una bota en la cual había una flor.
Esta flor era preciosa y pequeña; cada vez que venía una ráfaga de viento, la flor se movía ágilmente.
En cambio, la bota era fea y enorme, tenía un poco de arena dentro, en la cual estaba la flor.
Antes, su dueño la llevaba puesta, pero durante los últimos años, ni siquiera se había dado cuenta de que estaba allí.
La bota se sentía triste cada vez que miraba a la flor, puesto que la flor le decía que nunca jamás iba a conseguir ser tan ágil como ella.
Un día, la bota sintió una textura áspera, pero a la vez suave. Cuando miro hacia arriba… resulta que era un humano, al fin se la había puesto, y así la bota pudo moverse ágilmente.LAURA
EL ESTUCHE MÁGICO
Había una vez un niño llamado Juan que vivía al otro lado de unas montañas muy altas.
Allí había un pueblo llamado Gondomar, y Juan iba todos los días, a regañadientes, a la escuela, porque su padre le decía:
-Tienes que ir. Así es como yo aprendí que 5x5 es 24… ¿O era 25? Bueno, más o menos.
Juan era un muchacho que gastaba rápido la tinta del bolígrafo, ya que escribía mucho. Un día se le gastó uno y lo guardó en su estuche. En casa abrió el estuche y, para su sorpresa, el bolígrafo estaba lleno de tinta. Asombrado, hizo otra prueba. ¡Otro bolígrafo se llenó de tinta! El estuche, sin lugar a dudas, llenaba los bolígrafos de tinta. ¡Era increíble! J.Luis 