El árbol
El árbol
Pasan días, meses y años, y aquel árbol gigante no se movía de allí, hicieras lo que hicieras no se movía, no se escapaba.
-¿Por qué?- Pensó Lili en su jardín mientras observaba aquel inmenso árbol,
-¿Por qué no se mueve?¿No tiene sentimientos?
Un buen día de verano Lili se despierta y ve que el árbol le dice:
- Me gustan las estaciones, y esta es la posición perfecta para verlas. La primavera me trae a mis amigas las flores, el verano me trae a los niños que buscan un poco de sombra, el otoño me trae un peinado nuevo y el invierno me trae muñecos de nieve. Por eso, no me voy.
La niña se quedó unos minutos recapacitando y por fin pudo decir:
-Eso era lo que de verdad me importaba.
Dicho esto se quedó dormida en el suelo del jardín a la sombra del árbol.