Una abuela con su perra todos los días desde que se levanta hasta que se acuesta.
Abuela: ¡vamos Alay, a darle de comer a las gallinas!
Perra: ¡qué guay!
Abuela: ( coge un trozo de pan y se lo da a Aly ) toma Alay.
Perra: mmm… que bueno está este pan.
Un poco más tarde, la abuela va a tirar la basura y llama a Alay.
Abuela: Alay,¡ vamos a tirar la basura!
Perra: ¡ya voy!
Cuando llegan a casa, la abuela le pregunta a Alay si quiere jugar con ella.
Abuela: Alay, ¿quieres jugar a la pelota?
Perra: sí.
Abuela: Alay coge la pelota corre.
Perra: vale!