La tortuga y el coche

   

Una vez, cuando mi madre estaba trabajando en África, fué a visitar a unos amigos.
Esos amigos tenían una tortuga de tierra, llamada Wajir.
Invitaron a mi madre a dar un paseo en un todoterreno que tenían (Por lo menos pesaba 1. 300 kilos.)
Arrancaron, pero, de repente, pisaron algo, se bajaron y… ¡Era la tortuga! Se asustaron mucho y la metieron en casa rápidamente, cuando la examinaron… ¡No le había pasado nada!
Wajir asomó la cabeza de dentro del caparazón y se fué andando a la hierba como sí nada.