Érase una vez una niña llamada Caperucita roja.
Un día, su madre, le mandó llevarle un poco de comida a su tía que estaba enferma, y le dijo que tuviera mucho cuidado con el monstruo del bosque.
Justo cuando estaba en el bosque, en vez de, encontrarse con el monstruo del bosque se encontró con un mono vestido y además que hablaba.
Al poco rato, le pregunto el mono a Caperucita:
- ¿Cómo te llamas? y Caperucita dijo:
- Me llamo Caperucita Roja, como la capa que llevo que es roja, por eso me llamo así.
- Y, por cierto, Caperucita ten mucho cuidado con el monstruo del bosque que anda por aquí cerca.
- Vale, tendré mucho cuidado para no encontrarme con él.
Los dos se fueron, cada uno a donde iban.
Cuando Caperucita llegó a casa de su tía tuvo mucha suerte porque no se encontró con el monstruo, lo malo era ir luego a su casa, pero esa historia la contaré en otro capítulo…
