Os voy a redactar un suceso que cambio mi rutina del día a día.
Era un día de verano, lluvioso pero, no un día de verano normal, se notaba que la tormenta en vez de amainar aumentaba poco a poco. Cuando ya pasó un rato, y la tormenta no amainaba empecé a darme cuenta de que no era un día normal, ni tampoco una típica tormenta de verano, avisé a mi madre y ella me dijo que no pasaría nada pero, yo seguía pensando que pasaba algo raro, cuando de repente cayó una roca del cielo, tuve mucha suerte de que no me diera, la cogí.
Y os preguntareis que hacía yo fuera en un día lluvioso, pues, tomar el aire.
Pero volviendo a lo que íbamos, tuve mucha suerte después, dijeron en el telediario que había sido un fenómeno meteorológico, pues desde aquello, cada mañana cuando me despierto miro mi piedra, que vino desde el espacio. Que Ahora se ha convertido en mi piedra de la suerte.